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La histórica ciudad de Calahorra, importante urbe en la época romana, fue testigo de un gran duelo entre dos equipos madrileños por el título de campeón copero. La reedición de la final anterior entre un Club Atlético de Madrid que buscaba repetir triunfo y un Real Madrid CF que anhelaba sacarse la espina del pasado año en Mallorca.
Con ese espíritu de revancha de partido inició el duelo el equipo madridista, que dispuso de dos acercamientos peligrosos en los primeros cinco minutos del partido, ambos en las botas de Óscar. Precisamente fue el capitán blanco el encargado de plasmar ese dominio en el luminoso e inaugurar el marcador con un soberbio lanzamiento de falta desde la frontal del área que se coló en la escuadra izquierda de Álex Dos Santos.
El Atlético de Madrid intentó reaccionar pronto y cerca estuvo de poner las tablas en el marcador del Municipal de La Planilla por medio de un córner que Ródenas estuvo cerca de rematar a gol. En la jugada siguiente, Dani Gómez estrelló el balón en el palo colchoneros en una gran jugada trenzada por el extremo zurdo del equipo de Guti.
El partido, un deleite para las más de 3.000 personas que abarrotaban el estadio calagurritano, no bajaba la intensidad en ningún momento. Giovanni dispuso de una gran ocasión para poner el empate pero Belman resolvió con solvencia el mano a mano dentro del área. Siguió el equipo de Manuel J. Cano acechando la portería blanca y solo el larguero evitó el tanto a la salida de un córner botado por Yael. La insitencia tuvo premio a un minuto del descanso gracias un gran tanto de Óscar Clemente tras una jugada por la banda derecha del Atlético.
No bajó de intensidad, ambos equipos alternaban oportunidades y acercamientos al área pero ninguno encontraba el camino al gol. Si bien la primera parte tuvo un tramo para cada conjunto, el segundo periodo fue un correcalles en el que ambos equipos atacaba sin descanso.
Tanto Guti Hernández como Manuel Cano movieron el banquillo buscando refrescar sus equipos y seguir así con el vigor ofensivo y la solvencia en la zaga. A un minuto del final, el 9 del Real Madrid, Dani Gómez, rozó la red de Álex un disparo cruzado que lamió la cepa del poste. Instantes después, era Mikel quien obligaba a Belman a volar con un chutazo desde fuera del área.
A pesar de las ocasiones, ninguno de los dos equipos encontró ese sendero al gol, llevando el encuentro a una prórroga que prometía ser muy emocionante. Y no defraudó. Salió más enchufado el Real Madrid y en dos minutos de calidad logró desestabilizar la balanza con dos tantos consecutivos de Alberto y Toni y uno más de César Gelabert en los últimos minutos del choque. Una diferencia de tres goles que fue insalvable para un Atlético de Madrid que luchó hasta la extenuación y no se dio por vencido hasta que el árbitro indicó el final de un duelo para el recuerdo.
Fuente: Real Federación Española de Fútbol
